22/05/2020
El documento plantea cambios normativos y bonificaciones fiscales para estimular la regeneración urbana y resalta que cada euro publico invertido movilizaría cinco en la economía de la ciudad
Audio de Fernando Navarro
El concejal de Transición Ecológica del Ayuntamiento de Castelló, Fernando Navarro, ha presentado este viernes la estrategia para la transición urbana, una hoja de ruta para impulsar las políticas públicas que estimulen la rehabilitación sostenible en la ciudad. El regidor ha subrayado que se trata de una propuesta de planificación de legislatura que integraría a diversas áreas del equipo de gobierno y ha destacado que la crisis por la covid-19 refuerza el papel de la rehabilitación como palanca de la reactivación económica.
El regidor de Transición Ecológica ha expuesto los resultados de un trabajo encargado a la consultora Ecoperspectivas en rueda de prensa telemática y ha explicado que pone de manifiesto que la transición ecológica “puede ser un revulsivo en estos momentos”, destacando que esta política es crucial en los planes de reconstrucción y reactivación de la Comisión Europea, Gobierno central y Generalitat Valenciana. “La Comisión Europea presentó en diciembre el Pacto Verde Europeo que establece la descarbonización total de la economía en 2050 y fija ahora la rehabilitación y energías renovables como prioritarias en el plan de reconstrucción de 1,6 billones. El Plan Nacional del Clima estima un impacto económico de 22.000 millones hasta 2030, y la Generalitat presentará la semana que viene la Ley contra el Cambio Climático donde el nuevo modelo energético jugará un papel importante”, ha indicado.
El trabajo, que se puede consultar en la sección de Medio Ambiente del portal municipal, contiene un diagnóstico sobre la situación de la vivienda en la ciudad, el nivel de rentas o un estudio en el cambio de hábitos de consumo y plantea las medidas administrativas y financieras necesarias para activar la rehabilitación sostenible. Contempla un modelo de regeneración que integra fondos privados con públicos, adaptado a las necesidades económicas de cada hogar y promueve una reforma integral que incluye mejoras en eficiencia energética y accesibilidad, generación de autoconsumo energético, cambio de envolventes, eliminación de tejados de fibrocemento, reformas estéticas de fachadas e instalación de wifi compartido. Ya se han desarrollado experiencias de este estilo en el programa MAD-RE de Madrid o en “Renovem els Barris” de Santa Coloma de Gramenet.
Entre otros datos que subrayan la necesidad de la rehabilitación sostenible, Navarro ha expuesto que un 64 % de edificios de Castelló fueron construidos antes de 1979 y tienen carencias de eficiencia energética y accesibilidad mientras hay 7.000 viviendas en situación de pobreza energética.
Esta estrategia plantea para activar la regeneración cambios normativos con la aprobación de ordenanzas de rehabilitación sostenible y de energía y bonificaciones fiscales para los inmuebles que realicen actuaciones sostenibles (en el IBI hasta el 90 % y hasta el 95 % en el ICIO).
Asimismo, propone la puesta en marcha de un fondo de ayudas directas públicas que podrían proceder de Europa (fondos Edusi) Plan estatal de Vivienda o del Consell (ARRUs) para ayudar a los hogares vulnerables (un 20 % de la ciudad según el informe), más convenios con entidades de crédito para que faciliten préstamos a bajo interés a propietarios y comunidades de vecinos.
Indica que esta ayuda pública abarcaría uno de cada tres euros de la inversión total y subraya, en base a estimaciones del Instituto Valenciano de la Edificación, que una rehabilitación de 100 edificios tendría un coste de 14,5 millones, de los 8,2 millones procederían de los hogares, 2,7 de ayudas públicas y 3,1 de préstamos públicos.
El documento explica que la rehabilitación tendría un importante impacto en la economía y resalta que cada euro público invertido generaría más de 5 en la economía real. Asevera que la rehabilitación de los 90.000 edificios tendría un impacto en la economía de 1.000 millones de euros.